Aseguró Deivy Pérez Martín, máxima dirigente partidista del territorio, en la reunión del Grupo temporal de trabajo para el enfrentamiento a la COVID-19, donde se emitieron indicaciones para minimizar las posibles afectaciones del huracán Elsa

Teresita Romero Rodríguez, gobernadora provincial, alertó que son tiempos de mayores carencias, por lo que deberá preservarse cada recurso del que se dispone.

Con una información actualizada acerca de la proximidad del huracán Elsa, que según los modelos de pronósticos más recientes podría tocar suelo espirituano por la costa sur de la provincia, en la madrugada del venidero lunes, comenzó este viernes la reunión del Grupo temporal de trabajo para el enfrentamiento y el control de la COVID-19 en Sancti Spíritus.

Sin embargo, antes del paso mismo del fenómeno meteorológico suelen producirse afectaciones de diversa índole, que podrían tener lugar desde pasado el mediodía del domingo. Por ello,en la cita se habló en abundancia de los planes de medidas a adoptar para minimizar el efecto de las lluvias y los vientos.

Preservar las vidas humanas y proteger los bienes y recursos es el objetivo supremo de todas las acciones que se desplieguen a partir de ahora, cuando resulta inminente la declaración de la Fase Informativa para este territorio. Así lo definió Deivy Pérez Martín, miembro del Comité Central del Partido y máxima dirigente de esa organización en la provincia, a la vez que jefa del mencionado grupo de trabajo.

“Prepararnos para el peor escenario posible es la fórmula que nos permitirá lograr el mínimo de afectaciones”, dijo la dirigente, en clara alusión al imperativo de adoptar desde ya decisiones oportunas y acertadas, tanto en lo relativo a la evacuación de personas que así lo requieran, como en lo referente a las precauciones para minimizar los daños en sentido general.

Esta vez, a diferencia de lo que suele ocurrir ante la proximidad de eventos meteorológicos de envergadura, se habló de requisitos adicionales para consumar una evacuación. Sucede que en medio de una pandemia de COVID-19, cuando los centros que habitualmente fungen como albergues para los evacuados acogen a sospechosos de padecer la enfermedad o a enfermos de ella, se impone habilitar otros locales, generalmente sin capacidades para camas, para una estancia más corta y operativa.

Será preciso, se dijo, que todos los evacuados salgan de sus respectivas viviendas llevando consigo útiles que antes no resultaba preciso trasladar: nasobucos, loción desinfectante, vasos o jarros, platos, cubiertos, colchas o cobertores y los medicamentos de uso personal. Así lo dicta no solo la necesidad real de los lugares adonde marcharán, sino que lo impone también el momento, puesto que en aras de evitar contagios resulta en extremo importante prevenir el intercambio de objetos mediante los cuales el virus podría viajar de una persona a otra.

Durante el debate se repasaron las disímiles actividades y programas que podrían resultar dañados si el huracán Elsa se encapricha en causar afectaciones a la provincia. Así, se evaluaron las disponibilidades de recursos humanos y materiales para asumir labores que suelen resultar dañadas durante el paso de un meteoro, como la distribución de alimentos, el abasto de agua, las comunicaciones, los viales y el suministro de energía eléctrica o iluminación allí donde falte la energía convencional.

Otro de los asuntos que ocuparon la agenda de los presentes en la sede del Gobierno Provincial, a los que se sumaron, por la vía de teleconferencia, los grupos de trabajo municipales, fueron los embalses y sus probables crecidas como consecuencia de las lluvias. Así, se impuso el tema de las 138 comunidades situadas aguas abajo de la presa Zaza, con predominio de las pertenecientes al municipio cabecera, donde hay al menos 1 234 personas que deberán guarecerse en casas de familias o en locales institucionales.

El énfasis de las máximas autoridades del territorio estuvo en que se emitan las indicaciones necesarias para efectuar el traslado de los evacuados con el máximo de seguridad posible, en lo tocante a las medidas de prevención anti-COVID-19, y en que en los lugares adonde vayan se creen, con tiempo suficiente, todas las condiciones para que a la hora cero no haya que lamentar lo que no se hizo antes.

El General Omar Pérez Ledo, jefe de la Región Militar Sancti Spíritus, trasladó a los participantes en la reunión indicaciones expresas del Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) emitidas en la tarde de hoy. En ellas se precisa, dijo, que se debe actuar con orden, disciplina y racionalidad, siguiendo los planes y no de manera improvisada.

También detalló el llamado del titular de las FAR a aprovechar bien las fases iniciales: Informativa y de Alerta Ciclónica, toda vez que la que le sigue, la de Alarma, debe ser destinada solo a preservar vidas. De igual forma, el General Pérez Ledo significó la consideración del Ministro de que entre los Consejos de Defensa (todos se activan desde el momento en que se decreta la Fase Informativa) el de mayor relevancia resulta el Consejo de Defensa de Zona, ya que es allí donde se ejecutan las acciones.

En la reunión se habló, asimismo, de la importancia de que los medios de comunicación masiva se pongan en función de informar a la población acerca de las medidas que se adopten en cada uno de los territorios, de manera que las personas sepan cómo actuar en cada momento.

Los análisis no escaparon a la urgencia de que cada quien se desempeñe con el máximo de responsabilidad personal, toda vez que desde este viernes se comenzó a librar una batalla en dos frentes diferentes:la lucha contra la COVID-19 y la dirigida a ganarle la batalla al huracán que se nos avecina.

“No se debe echar a perder nada, ningún producto debe quedar desprotegido; hay que revisar bien ahora, con tiempo, cada cosa y actividad, cada recurso, las condiciones en que está cada centro de evacuación. Las familias tienen que proteger sus viviendas. Las circunstancias ahora son otras y hasta al momento de la defectación de los daños deberemos ser exactos, austeros”, indicó Teresita Romero Rodríguez, gobernadora provincial.

Otros de los tópicos examinados fueron la desobstrucción de tragantes, alcantarillas y cursos superficiales; la distribución y venta de los insumos, la asistencia médica en las comunidades durante y tras el paso del huracán, el transporte sanitario y las atenciones a embarazadas y puérperas, así como a recién nacidos.

Al final del encuentro, el director provincial de Salud, Manuel Rivero Abella, ofreció una actualización de lo referente a la COVID-19 y en particular a la incidencia de las edades pediátricas. En el día de hoy, significó, se reportaban 763 menores ingresados, de los cuales 116 se contabilizaban como casos activos; de ellos, siete menores de un año. También figuraban entre los enfermos siete gestantes y cuatro puérperas.

De modo general, se reiteró el llamado a toda la ciudadanía a concientizar la gravedad de la situación actual, en la que se ha recomendado, incluso, usar la mascarilla dentro de casa, donde también se deben respetar el distanciamiento entre personas y la higienización de manos y superficies.

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