No dejamos de respirar, ni con el «agua hasta el cuello»

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El primer ministro cubano Manuel Marrero Cruz destacó la respuesta de los espirituanos a los imponderables creados por la tormenta tropical Eta y llamó a no descuidar el enfrentamiento a la covid-19. También recorrió áreas agrícolas dañadas de Ciego de Ávila, e instó a producir más alimentos con la mayor celeridad posible

Marrero insistió en que Sancti Spíritus no puede permitirse el lujo de otro retroceso y al mismo tiempo recordó la necesidad de este territorio de pasar a una nueva fase. (Foto: Oscar Alfonso/ Escambray)

«A ustedes les ha tocado una racha complicada», aseguró el primer ministro Manuel Marrero Cruz, al destacar la respuesta de la provincia espirituana a dos fenómenos naturales que han venido a coincidir aquí en tiempo y espacio: el rebrote de la COVID-19, que mantiene al territorio en fase de transmisión autóctona limitada, y el reciente impacto de la tormenta tropical Eta, con las lluvias que sucedieron al evento meteorológico.

Marrero Cruz participó en horas de la tarde de este jueves en una sesión de trabajo del Consejo de Defensa Provincial, en la que recibió amplia información e intercambió sobre la manera en que Sancti Spíritus viene enfrentando, tanto la reaparición de la enfermedad provocada por el sars-cov-2 como el impacto de las crecidas, las inundaciones y en menor medida, los vientos que trajo Eta.

Sobre este último asunto, el vicegobernador espirituano, Frank Osbel Cañizares, informó que el promedio de lluvias acumuladas en la provincia durante el paso del meteoro fue de 269,7 milímetros, cifra que representa el 431,5 % en relación con el promedio histórico del mes, con la mayor incidencia en los municipios de Trinidad, Jatibonico, Fomento, La Sierpe y Yaguajay.

Un diluvio de tales proporciones obviamente transfiguró en horas el panorama hidráulico de la región –el lado positivo del fenómeno–, pero a la vez obligó a movilizar fuerzas y medios en aras de salvar la vida de sus habitantes, en particular de los residentes en zonas bajas, o poner  a buen recaudo los recursos materiales.

En toda la provincia espirituana, por ejemplo, fueron protegidas 21 511 personas –19 119 se refugiaron en casas de familiares y amigos y 2 392 en centros estatales habilitados  para la ocasión– y quedaron incomunicadas 22 comunidades con más de 6 000 pobladores, la totalidad de las cuales en este momento ya cuenta con acceso.

En la reunión, presidida también por Deivy Pérez Martín, presidenta del Consejo de Defensa Provincial, el Primer Ministro llamó a agilizar el levantamiento de todos los daños, en especial los reportados en la vivienda, donde si bien se conoce que predominan las afectaciones parciales de techo, en la tarde de ayer todavía no había sido posible constatar in situ la magnitud de los perjuicios en el 100 % de los hogares.

Marrero Cruz elogió la celeridad con que los trabajadores eléctricos devolvieron el servicio a las zonas desconectadas, que en total sumaron más de 103 200 clientes, muchos en lugares intrincados del Escambray; así como el empeño puesto en el territorio por restablecer el servicio de agua potable a la población (más de 35 000 habitantes), frente este último en el cual la conductora de San Juan de Letrán, principal fuente de abasto a Trinidad, se repite como la roca de Sísifo en la cuesta del Escambray.

Al conocer los considerables daños que las intensas lluvias provocaron prácticamente en todo el sector agrícola, y que ya los espirituanos han logrado acopiar más de 1 400 toneladas de viandas, hortalizas, granos y frutales de áreas con afectación, Manuel Marrero Cruz, llamó a aprovechar toda la producción, «porque lo que no sirve para el consumo humano, sirve para los animales», remarcó.

«Tenemos que buscar alternativas en la agricultura para asegurar los abastecimientos a la población en los próximos meses», sentenció el dirigente, quien consideró de suma importancia recuperar también los semilleros y el café afectados y, muy en especial, no dejar perder ni un solo cantero en la agricultura urbana, a la que calificó como «una fábrica de comida».

En relación con la COVID-19, el doctor Manuel Rivero Abella, director provincial de Salud de Sancti Spíritus, expuso los resultados del enfrentamiento a un rebrote que ha contagiado a más de 450 personas, con la cabecera provincial como epicentro.

Al conocer la tendencia al decrecimiento de la enfermedad que viene experimentando la provincia en las últimas semanas, el Primer Ministro llamó a no desmovilizarse, reforzar la disciplina y el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias, así como a mantener la vigilancia y la comunicación con la población. «La situación de hoy no puede conducirnos a la confianza», dijo.

Marrero Cruz insistió en que Sancti Spíritus no puede permitirse otro retroceso y, al mismo tiempo, recordó la necesidad de este territorio de pasar a una nueva fase, camino a la normalidad, así como la importancia estratégica de abrirnos nuevamente al turismo. «Trinidad sin turismo –dijo– no es Trinidad».

Entrada la tarde, Marrero Cruz recorrió áreas de la zona sur del territorio, específicamente de Banao, en el municipio cabecera, y de Trinidad, donde constató la magnitud de los daños provocados por la tormenta y llamó a trabajar duro en la recuperación.

Información de GRANMA

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