Desde hace décadas, organizaciones de solidaridad, ciudadanos y gobiernos del todo el mundo rechazan el cerco económico y las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos
La Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) considerará una vez más, el proyecto de resolución que solicita el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos (EE.UU.) a Cuba.
La propuesta, confeccionada en virtud de la resolución 77/7 de la Asamblea General y titulada Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba, recuerda que más del 80 por ciento de la población nacional nació bajo los efectos del cerco.
Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores del país, presentó a finales de octubre el informe y explicó que solo entre agosto de 2021 y febrero de 2022—período que abarca el documento— esta política causó pérdidas estimadas en tres mil 806,5 mil millones de dólares, cifra récord para siete meses.
Asimismo, el canciller manifestó que el Producto Interno Bruto de la Mayor de las Antillas pudo haber crecido en un 4,5% durante ese período de no existir la persecución financiera y recordó que los daños acumulados durante más de seis décadas ascienden a 154 mil 217,3 millones de dólares, lo que al valor del oro en el mercado internacional serían perjuicios por más de un billón 391 mil 111 millones de dólares.
Todo ello, agravado por la designación unilateral de EE.UU. de la Isla como estado patrocinador del terrorismo, lo que refuerza el carácter extraterritorial, disuasorio e intimidatorio del bloqueo mientras afecta los vínculos legítimos de los gobiernos, entidades, bancos y empresarios con los cubanos y con los nacionales residentes en el exterior.
De ahí que al llamado del levantamiento de las medidas coercitivas en la AGNU se unirán, tal y como ha ocurrido siempre, la abrumadora mayoría de las naciones. Y es que, desde hace décadas, organizaciones de solidaridad, ciudadanos y gobiernos del todo el mundo rechazan el cerco económico de las distintas administraciones estadounidenses.
Será la trigésimo primera vez que el mundo condene la persecución económica de Estados Unidos hacia Cuba.La resolución de rechazo obtuvo el año pasado 185 votos a favor y dos en contra (ONU )
Solo cuando se habla de las consecuencias políticas, sociales y culturales que tiene para Cuba la actitud hostil y genocida de EE.UU. la diplomacia internacional acusa de manera directa y casi unánime a quien todavía hoy mueve los hilos de la economía global y ejerce influencia en cada región.
El bloqueo, como se reconoció en el XIX Foro de la Sociedad Civil Cubana contra este flagelo, “constituye el principal obstáculo para la implementación del Plan para el Desarrollo Económico y Social 2030 y, por tanto, para la implementación de la Agenda 2030 y el cumplimiento de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible; limita sustantivamente el derecho al desarrollo de Cuba, y viola la Declaración y el Programa de Acción adoptados en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993.”
Sin embargo, lo que en algún momento fue reconocido por el expresidente Barack Obama como una política anacrónica, fallida y sin sentido, únicamente consigue aislar a un EE.UU., que pierde credibilidad con el cinismo histórico que ha mostrado para justificar su postura, clara muestra de una retórica y un accionar que se sustenta, en definitiva, en una despiadada lógica imperial.
Los daños provocados por esa política entre el 1 de marzo de 2022 y el 28 de febrero de 2023 ascienden a cuatro mil 867 millones de dólares.
En total, los perjuicios económicos en base a precios corrientes superan los 159 mil 84,3 millones de dólares, y a más de un billón 337 mil, teniendo en cuenta el comportamiento del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional.
Las afectaciones por el compendio de medidas sobrepasan los 405 millones mensuales, que equivalen a un millón de dólares cada dos horas.
Por su parte, el reporte presentado por el secretario general de la ONU, António Guterres, reconoce la continuación del cerco contra Cuba y su inclusión en la lista de estados patrocinadores del terrorismo como acciones incompatibles con un sistema internacional basado en el derecho.
Ambas políticas de Estados Unidos son una manifestación flagrante del ejercicio del poder político y económico en clara violación de los derechos humanos, incluido el acceso al desarrollo.
Los efectos de estas medidas son tan obvios como inadmisibles, según la Carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho internacional, agrega el texto, también puesto a disposición de los estados miembros.
De acuerdo con el informe, la situación del país caribeño no hace más que confirmar la necesidad de desmantelar las medidas coercitivas unilaterales, que socavan los derechos soberanos, la realización de los derechos humanos y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La ONU convocó, en ese sentido, a los países firmantes de la resolución a mantener los esfuerzos para poner fin a la injusta negación del derecho de Cuba a la autodeterminación y al desarrollo.
Información de CUBAHORA
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